Al llegar esta última vez a Costa Rica me impresionó mucho la actitud de la gente. La primera vez que fuí (a San José, que como me dijeron varios: ¡San José, no es Costa Rica!), todo parecía muy tranquilo, el boulevard (la calle peatonal), la zona cerca al museo y a la biblioteca nacional, todo me parecía muy tranquilo, sin síntomas de violencia social avanzado (muy aburrido para un salvadoreño).
Pero esta vez todo fue diferente, desde que baje del bus la primera señal de violencia la percibí del taxista que no quiso bajar su precio de $6.00 por llevarme a un lugar que estaba a menos de 5 minutos, no vi su taximetro por ningún lado, pero andaba extremadamente cansado del viaje y decidí pagarle el viaje (eso sí, de muy mala cara, como si ayudara en algo ja ja.). En todo el camino el taxista me decía: -uyy a esa zona que va es muy peligrosa, llena de colombianos y puertorriqueños que solo buscan problemas....bla bla bla.
Pero al final me dijo: - Ahh ¿usted va al hotel donde mataron hace unos meses a un tipo verdad? (como si yo supiera algo). Asustado me baje en el hotel, hice el -check in- pedí un sandwich de atún una soda y agua y desde el 7° piso empece a percibir como todo cambiaba, hospedado (quién sabe donde) con dos camas.
¿En cual habrá muerto? pensaba yo, mientras cerraba los ojos y la noche parecía más blanca.
2 comentarios:
hola, me gusta la crónica de la llegada a otro pais, y la foto de la cama y el sentimiento de donde habra muerto, saludos desde CR y felicidades por el premio de fotografía! Excelente foto.
"y cerro los ojos...por ultima vez...los cerro sabiendo que no los volveria a abrir jamas...los cerro y nunca mas le importo"
me pregunto cuantas veces he estado en lugares donde antes estaba alguien mas...
Publicar un comentario